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Cambiadores de Circunstancias

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1. EL TALENTO Y DONES NATURALES 2%
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viernes, 22 de junio de 2012

Pan o Veneno


¿O es pan, o es veneno?
Número 14:8-9
Rev. Demetrio Castillo J.
Introducción:
En tiempo pasado los reyes usaban cubiertos de plata, para descubrir si de alguna manera los alimentos estaban envenenado o no. Ya que la plata al contacto con el veneno cambia de color. Si los alimentos están envenenados, rehusaríamos tomar el bocado.
La Biblia nos enseña que dependiendo de nuestra actitud ante cualquier situación, ellas pueden ser o pan o veneno. Porque si pensamos que el ataque de nuestros enemigos son venenos, trataríamos de huir; pero si pensamos como pan, aceptaríamos con sumo gusto.

Un Informe Negativo Y Crítico:
1.  10 espías en contra... El pueblo llora y se lamenta y se queja contra Dios y Moisés.
2.  Josué y Caleb tratan de animar al pueblo ellos pensaron de las pruebas y tribulaciones como pan
3.  Intervención de Dios: Mató a los 10 negativos y los incrédulos los echó al desierto.
4.  Los negativos no entraron a la tierra prometida, porque ellos pensaban que los moradores y las dificultades eran venenos; de modo que rehusaron aceptar la situación.
De igual manera sucede en nuestro diario vivir, si consideramos a las pruebas y a las tribulaciones como veneno, trataríamos de cualquier manera de huir de su presencia; pero si lo consideramos como pan, lo aceptaríamos sin ninguna dificultad. Para tener una vida más agradable, no piense de las pruebas y las tribulaciones como veneno, sino como pan.

II. Considere Que Las Pruebas Y Las Tribulaciones Son Como El Pan De Cada Día.
Así como necesitamos alimentarnos para nuestra subsistencia, de lo contrario no podríamos sobrevivir por mucho tiempo. Asimismo para el crecimiento y la madurez espiritual son necesarias las pruebas y las tribulaciones. De modo que considere las pruebas y las tribulaciones como pan.
Pero también debe entender que los sufrimientos por el pecado y la infracción de la ley no son pan, sino castigo consecuencia del delito.
Ahora veamos la vida de prueba que vivieron algunos hombres de la fe.
-       Abraham, a los 75 años fue llamado por Jehová, pero su vida no fue la más placentera. Padeció durante 25 años de pruebas y tribulaciones. Mientras atravesaba esta situación, él estaba madurándose, pues su fe iba en aumento, la obediencia estaba creciendo, se estaba convirtiendo en un gigante espiritual. Se convirtió en padre de la fe.
-       Isaac; aunque era un hijo prometido de Dios, deseando Dios ver su obediencia, pidió que lo sacrificara en el monte Moriah. Pues, fue con su padre hasta el lugar señalado, ayudó a su padre a preparar el altar y calladamente se entregó para ofrecerse en sacrificio. Cuando el padre alzó la mano para degollarle, el dolor que debió sentir haya sido algo inefable. Él aunque era hijo único, había experimentado el dolor de la muerte, y esto le sirvió para crecer en obediencia y fe.
-       Jacob. En casa de su tío trabajó durante 20 años como siervo, luchó con un ángel en Peniel, allí se descoyuntó el muslo y se convirtió en cojo. Sin embargo, mediante estos sufrimientos Jacob se convirtió en padre de las 12 tribus.
-       José a los 17 años por los celos de sus hermanos fue vendido como esclavo a casa de Potifar; allí trabajó durante 10 años como tal; pero por una confabulación, paso a una prisión donde vivió 2 años de sufrimientos. Él era un escogido de Dios, era un hombre bendecido, pero su vida estaba llena de dolores, y sufrimientos como un camino lleno de espina; pero por estas experiencias, él se convirtió en un gigante espiritual. De manera que a sus 30 años fue electo como gobernador de todo Egipto.
-       Moisés era un gran líder, político y profeta que sacó al pueblo Israel de Egipto y los dirigió a la tierra que fluye leche y miel. Pero él también antes de llegar a ser lo que fue, pasó por muchos sufrimientos. A los 40 años escapó de Egipto y peregrinó 40 años en el desierto como pastor de ovejas; experimentó soledad, dolor y abandono; pero internamente estaba madurando y se estaba convirtiendo en un hombre digno de Dios. A los 80 años sólo con una vara llegó a Egipto y sacó a su pueblo del cautiverio.
Todos ellos pasaron por muchos sufrimientos, pero todos estos padecimientos fueron de provecho para convertirlos en grandes hombres de fe. También hoy Dios al que llama hará pasar por fuego de sufrimiento. Porque el que sabe lo que es pasar hambre, sabrá agradecer por los alimentos; el que está lejos de la casa, sabrá añorar el calor del hogar. Por tanto, para aceptar las tribulaciones y las pruebas con actitud positiva, debe pensar de ellas como pan.

III. Reciba las tribulaciones y las pruebas con una actitud de agradecimiento.
Pues, si usted piensa de ellas como pan, es lógico que se sienta agradecido; sólo el que está enfermo gruñirá ante los alimentos preparados. Así sucede también con nuestros hijos, los que comen agradecidos crecen saludables, pero los que siempre se quejan y murmuran están débiles.
En I Corintios 10:10 y 13 dice “Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor” “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
Hermanos, si entendemos que las tribulaciones y las pruebas son un banquete que Dios nos prepara; de manera que no debemos quejarnos, mucho menos murmurar ante ella; porque si rehusamos aceptarlas, estaríamos rehusando también el banquete de Dios.
Los padres hacemos de todo para alimentar a nuestros hijos, que inventamos la manera de alimentarlos. “El avioncito…”. Sabemos que los padres siempre se esfuerzan mucho para alimentar a sus hijos, para que ellos crezcan saludables. Asimismo nuestro Padre Celestial quiere alimentarnos de tribulaciones y pruebas para que crezcamos más fuertes y maduros. Por tanto, nuestra actitud ante ellas debe ser siempre de agradecimiento.
En Salmos 23:5 dice “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”. Ante los angustiadores, ante tribulaciones y pruebas, Dios nos prepara un banquete y hace rebosar nuestra copa.
En Salmos 50:14-15 “Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”. En tiempo de angustia clamamos a Dios y Él escucha nuestra oración, esto nos lleva a crecer aún más y gozar también de su gracia.
En II Crónicas 20 vemos cómo Josafat luchó contra las fuerzas aliadas de los hijos de Moab y Amón. Él reunió al ejército pero también reunió un grupo de coros para entonar cánticos de alabanza y adoración a Dios. Ellos alabaron a Dios diciendo “Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre”. Él fue el primer rey que se presentó a la guerra con un grupo de coros. Cuando ellos comenzaron a alabar a Dios, Jehová manifestó su poder e hizo que los enemigos se pelearan entre ellos. Los Israelíes estaban quietos viendo el espectáculo. Esto nos enseña que debemos tomar el banquete de tribulaciones y pruebas sin reproche, pero con una actitud de agradecimiento.
También deben alimentarse con alegría. Alimentándose algunos se quejan, murmuran o gruñen, entonces no podrá digerir bien. Si mientras pasa por tribulaciones y angustia se queja, murmura o gruñe no serán de provechoso para nosotros. Pero si lo acepta con alegría, reconociendo que Jesús también tomó la cruz, será de provecho para nuestra vida. De manera que si acepta las tribulaciones y angustias con quejas y murmuraciones, ellos se convertirán en veneno para usted.
En Santiago 1:2-4 dice “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. Deseando que nosotros estemos perfectos y cabales, nos alimentará con tribulaciones y pruebas. 

III. Las Tribulaciones Y Las Pruebas Deben Masticarlos Bien Con Oraciones Y Fe.
Así como los alimentos deben masticarlos bien para digerirlos.
En la Segunda Guerra, los japoneses queriendo aprovechar el tiempo, obligaban a los soldados comer lo más pronto posible el arroz; así, ellos llenaban el arroz de agua y lo tomaban como agua. Pero esto les provocó enfermedad gastrointestinal. Una vez que se dieron cuenta del error, pidió que masticaran bien los alimentos.
Hermanos, comer apresuradamente causa indigestión. Los alimentos deben comer despacio y masticarlos bien. De igual manera, cuando se presenten tribulaciones no trate de huir apresuradamente; sino acéptelos con oraciones y paciencia, luego espere con fe y digiera masticándolos bien. Para digerir bien las tribulaciones y las pruebas, necesitamos:
1.  Arrepentirnos. Porque sea que nos guste o no, las tribulaciones y las pruebas son la providencia de Dios, que deseando transformarnos nos hace atravesar para llegar al arrepentimiento. En Salmos 66:10 dice “Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata”. Pues, Él nos prueba como se prueba la plata para su afinación; asimismo Él nos prueba para quitar de en medio los pecados. En I Juan 8-9 dice “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. ¿Quién está libre de pecado? Dice la Escritura “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Pero si nosotros confesamos nuestros pecados, el Señor es fiel y justo para perdonar nuestros pecados.
Ejemplo del platero que pule y lo hornea la plata hasta que su rostro se refleje en ella.
Pues, las tribulaciones y las pruebas nos sirven para sacar de nosotros los residuos de pecado, mediante el arrepentimiento, hasta que el rostro del Señor Jesús se refleje en nosotros. Para esto, el Señor nos hará pasar más y más por pruebas.
Hermanos, ciertamente las tribulaciones y las pruebas son nuestro pan, pero debemos aprender a digerirlos bien; masticar bien significa llegar al arrepentimiento.
2.  Aceptar los cambios; ya que las tribulaciones son señales de que necesitamos transformación.
En II Corintios 5:17 dice “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Se trata de traspasar de un lugar a otro mediante tribulaciones. Romanos 12:1-2 dice “Así que, hermanos…, os ruego…” Debe transformarse; porque si los cristianos están donde están sin aceptar los cambios que el Señor desea alcanzar en usted, entonces se llenará de moho y de residuo, por último se convertirá en un inútil. Sin cesar debemos aceptar los cambios que el Señor nos pide.
Para que podamos digerir bien las tribulaciones, debemos orar fervientemente. Buscar la ayuda de Dios; porque la oración es la pastilla digestiva de las tribulaciones y las pruebas.
En Santiago 5:13 dice “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas”.
En Mateo 7:9-11 dice “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.
A nuestro parecer pensamos que tenemos piedra y escorpión, pero en realidad, Dios los transformará en algo maravilloso.  “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósitos son llamados”. De modo que al que se arrepienta, se quebrante y acepte las tribulaciones y las pruebas como pan y los digiera con oraciones, a la postre Dios los unirá a bien. Se convertirán en proteína para nuestro cuerpo.
3.  Se necesita Paciencia:
Hace poco leí una carta de una hermana que decía: “¿Por qué yo debo padecer de esta enfermedad, siendo yo una cristiana? Pero sé que el Señor me sanará, por eso estoy aquí para recibir su oración”. Al cuarto día dejó de sangrar y quedó limpia de cáncer a páncreas. Y volvió ella a escribirme diciendo “Pastor, mi vida tiene ahora más sentido que cuando no padecía de cáncer, antes decía que soy cristiana, pero solamente participaba de la ceremonia, oraba sin prestar mucha atención; pero durante este tiempo llegué arrepentido de corazón, y experimenté el poder de Dios, ahora veo muy  claramente el reino de Dios y el infierno. Doy gracias al Señor porque este sufrimiento fue de provecho a mi vida, desde ahora en adelante tendré una vida realmente digna para el Señor”. La tribulación fue de beneficio a esta hermana.
Si digiere bien las tribulaciones, estos se convertirán en nutritivo; pero así como después de alimentarnos necesitamos de un tiempo para la digestión, es necesaria la paciencia.
En Santiago 5:11 dice “He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo
En Hebreos 10:35-36 dice “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”. No olvide que para recibir el cumplimiento de la promesa de Dios, necesitamos esperar con paciencia. Porque después de esperar con paciencia, ella se convertirán en grandes bendiciones para nuestra vida.
Pensar que las tribulaciones son provechosas para su vida; que son pan y no veneno. Si es pan, debe digerirlo y esperar con paciencia la digestión. Si piensa así, será como Josué y Caleb quienes pensaron, hablaron y actuaron positivamente. Cuando usted piense, hable y actúe positivamente, también Dios estará con usted para derramar toda su bendición, llenarle de vida, y de amor.  Pero, si murmura, se queja y gruñe ante las tribulaciones y pruebas o piensa, habla y actúa negativamente, entonces estos realmente se convertirán en veneno. La consecuencia está a la vista, como lo que sucedió a los diez espías, quienes fueron destruidos inmediatamente. Nosotros debemos ser positivo, optimista y creativo, pensar en tales cosas, tener fe y actuar como tal. Estad siempre gozosos, orad sin cesar, y dad gracia en todo, porque esta es la voluntad de Dios en vosotros. Para tener una vida así, piense siempre de las tribulaciones y las pruebas como pan y acéptelos con acción de gracias y digiéralos en el nombre del Señor.
Oración.
Dios santo y Todopoderoso, los venenos son realmente peligroso para nuestra vida, pero el pan es de provechoso para nosotros. Si nosotros pensamos que las tribulaciones y las pruebas son venenos, huiríamos de ellas, pero si los pensamos como pan con alegría podremos.