UNA
BARCA VACÍA
Lucas
5:1-11
Rev.
Demetrio Castillo Jaimes
Introducción: La gente
seguía a Jesús porque él escuchaba sus penas, solucionaba sus problemas y
sanaba a los enfermos e infundía esperanza.
Pero hubo un hombre sin esperanza
en el mar de Galilea, su nombre era Pedro. Su suegra estaba enferma, cuidarla
requería de mucho dinero, su esposa y sus hijos lo esperaban con ansiedad. La
manutención de un hogar así requería de mucho ingreso, pero no tuvo suerte en
la pesca.
-
Se
lamenta: Junto a la orilla lavando y remendando sus redes.
Jesús llega junto a la multitud y
pide que aparte la barca, allí Jesús predicó a la muchedumbre. Al poco tiempo
él quedo embriagado de la enseñanza de Jesús; por momento se olvidó de sus
penas, de su barca vacía, de su suegra enferma, de su esposa y de sus hijos.
- Después que Jesús terminó la
enseñanza, mirando a Pedro pidió salir a la pesca. Salir a la pesca en pleno
día era una pérdida de tiempo.
- Bogaron mar adentro y echaron
sus redes, entonces ocurrió el milagro.
- Cuando él obedeció encerró gran
cantidad de peces y su red se rompía, llenó su barca y la de sus compañeros. - Entonces
Pedro entendió que él no era un hombre ordinario, él tenía que ser alguien
envidiado de Dios. Así, pues dijo “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre
pecador”. Mas el Señor le contestó “Desde
ahora serás pescador de hombres”. Esto nos deja muchas enseñanzas.
I.
Todos
experimentamos la tristeza de una barca vacía.
Si comparamos la vida del hombre
a la barca; hay mucha persona que le hace falta felicidad y gozo. Muchos viven
con la barca vacía por:
- falta de gozo y felicidad. Otros
por el fracaso; viven lamentándose continuamente.
Otros por falta de sueño, otros
porque no tienen amor, y otros
porque padecen de dolores y
tristeza.
A. Cuando Dios creó al hombre no
lo hizo vacío. Pues, Adán y Eva estuvieron llenos de esperanza, fe y
amor, sus barcas estuvieron siempre llenas; pero cuando ellos se
rebelaron contra Dios, empezó la tragedia para ellos, pues, sus barcas quedaron
vacías. Por más que ellos se esforzaban no había manera de llenarlas.
En Jeremías 17:13 dice “¡Oh Jehová, esperanza de Israel! Todos los
que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en
el polvo, porque dejaron a
Jehová,
manantial de aguas vivas”.
En Miqueas 6:13-15 dice “Por eso yo también te hice enflaquecer
hiriéndote, asolándote por tus pecados. Comerás, y no te saciarás, y tu
abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que
salvares, lo entregaré yo a la espada.
Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite;
y mosto, mas no beberás el vino”.
Una vida que está continuamente
en pecado y contra Dios, su barca quedará vacía. Pues, así es el hombre que se
lamenta de su barca vacía. Entonces ¿Cómo podemos solucionar este problema?...
II.
Debe recibir a
Jesús dentro de su barca.
Así como a la barca de Pedro
llegó Jesús y toda su vida fue transformada, también nosotros debemos recibir
al Señor dentro de nuestra barca vacía. Reciba a Jesús a la barca que hace
falta felicidad y gozo; a la barca vacía por el fracaso, a la barca vacía por
falta de sueño y a la barca vacía por falta de amor. Si no tiene éxito, reciba
al Señor; si le hace falta salud a su barca, reciba a Jesús. ¿Por qué?, porque él
es el creador y para él nada es imposible.
Cristo llegó al mundo, entregó su
vida en rescate, se crucificó y nos compró con su sangre preciosa, y añora
llenarnos con sus bendiciones a nuestra vida. Él desea llenarnos con perdón y justicia, con reino de Dios
y del Espíritu Santo, con prosperidad y bendición, con resurrección
y vida eterna.
En III Juan 2 dice “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en
todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Jesús
desea llenarnos de gracia y de justicia.
-
Luego
que hayamos recibido al Señor Jesús a nuestro corazón, debemos prestar atención a sus palabras. Así como Pedro dejó a un
lado sus redes y prestó atención a las palabras
del Señor, también nosotros debemos prestar atención a las palabras del Señor.
En Juan 17:2-3 dice “Como le has dado potestad sobre toda carne,
para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que
te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
Debemos prestar atención a las palabras de Jesús que gobierna sobre toda carne.
¿Cómo lo podremos hacer?
a.
Leyendo
la Biblia. Cuando leemos su palabra, el Espíritu del Señor llega a nosotros y
nos da entendimiento.
b.
Escuchar
la palabra del Señor; esto es llegando a la casa del Señor y participando de
los servicios. Luego debe reflexionar sobre la palabra del Señor de tiempo en
tiempo. Volver a pensar sobre la palabra, meditar en ella y dar gracias y orar
al Señor de corazón. Siempre nuestro corazón debe estar dispuesto a dar gracias
al Señor y adorarle, luego servirle según la oportunidad que el Señor le
brinde. En la Biblia está un ejemplo de Samuel, quien de niño sirviendo al
Señor en el templo escuchó la voz de Dios.
c.
Después
espere la orden de Dios. Pedro no decidió él mismo bogar mar adentro, después
de recibir a Jesús a su barca, escuchó la orden del Señor. La orden del Señor
podrá presentarse en forma directa, o por medio de sueños o mediante visión, o escuchará
la orden por medio del Espíritu Santo, o por otras personas o por medio de circunstancias;
es decir él usará muchos medios y manera para hablarnos. Por tanto, espere la
orden del Señor. Jesús siempre desea hablarnos, y el que le espere escuchará su
palabra. Ejemplo: En las bodas de Caná se le había terminado el vino. Entonces
ordenó que hiciera todo lo que Jesús mandara. Aunque parecía absurda la orden
de Jesús, cuando obedecieron ocurrió el milagro. Asimismo, debemos esperar la
palabra del Señor, porque él nos hablará. Porque él dice “Venid a mí todo los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar”. Si esperamos al Señor, él nos guiará mediante el Espíritu Santo.
III.
Echar la red en
mar adentro.
Para Pedro, fue una experiencia
extraordinaria porque le brindó una nueva vida y trabajo. Pedro siempre había
echado sus redes junto a la orilla; mas ahora el Señor le pedía navegar mar
adentro y echar sus redes allí.
Si lo que está usando en estos
momentos es conocimiento básico, medios y maneras de supervivencias, bogue mar adentro
con Jesús. Entrará a una nueva etapa de vida; se alejará de la vida junto a la
orilla, entrará a un mundo de Dios y no al mundo dirigido por la razón, entrará
al mundo santo y al mundo profundo de fe.
En Romanos 11:33 dice “¡Oh profundidad de las riquezas de la
sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e
inescrutables sus caminos!” Él le invita que vaya con él mar adentro.
En Salmos 36:6 dice “Tu justicia
es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo
grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas”.
Y en Salmos 139:6“Tal conocimiento
es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender”.
Al leer, meditar y reflexionar
sobre la palabra de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis nos llevará al mundo
más profundo, entraremos acompañado del Espíritu Santo, con Jesús; por tanto,
debe entrar a la profundidad del entendimiento de la palabra.
El mundo de la fe es mar adentro.
Pues, la fe es creer a Dios y en su palabra sobrepasando a los sentidos
naturales.
Dice la Escritura “Mas el justo
por la fe vivirá”. Es decir, lea la palabra de Dios, luego según la enseñanza
del Espíritu Santo tenga fe en ella. Entonces entrará al mar adentro de la fe.
En Marcos 11:22-24 dice “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en
Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate
y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo
que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que
pidieres orando, creed que los recibiréis, y os vendrá”.
Pues, la fe es por el oír y el
oír por la palabra de Dios.
Por tanto debe leer la palabra de
Dios, y según la enseñanza del Espíritu Santo debe tenerle fe; creer hasta el
fin, no vacile ante las circunstancia ni ante los sentidos, mas crea en la
palabra de Dios de dentro de su corazón.
Para entrar mar adentro se
necesitará de valor para enfrentar a lo imposible. Porque sólo los que tienen
valor navegaran mar adentro. Los cobardes no se apartarán de la orilla, por más
que el Señor les pida.
El Señor le pedirá guarda el día
del Señor, pero tienen miedo de cerrar sus tiendas; le pide diezma, pero dicen
que no pueden porque gana muy poco.
Pero si usted quiere entrar mar
adentro, necesitará valor. Porque el que estaba viviendo junto a la orilla, no
podrá bogar mar adentro sin valor. Pero sepa que el Señor estará con usted
cuando navegue mar adentro. Usted no estará navegando solo. La mano del Señor
estará con usted; pues, Dios trabaja en mar adentro. Allí se manifiestan los
milagros. Pedro bogó mar adentro y allí echó las redes y pescó gran cantidad.
Hermanos, los israelitas
rehusaron bogar mar adentro.
Cuando ellos llegaron a
Cades-barnea, Dios deseaba que ellos entrasen a la tierra prometida por fe, deseaba que marchasen
teniendo fe en las promesas de Dios. Pero ellos al ver a la ciudad alta, a los gigantes
temblaron de miedos.
Porque ellos no desearon entrar,
fueron echados al desierto nuevamente. Por tanto, debe tener valor para entra mar
adentro según la orden del Señor.
En Deuteronomio 1:21-22 dice “Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la
tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha
dicho, no temas ni desmayes. Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos
varones delante de nosotros que nos
reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde
hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar”
En Deuteronomio 1:32-33 dice “Y
aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios, quien iba delante de vosotros
por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de
noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día”. Si
boga mar adentro, Dios también estará con usted, si obedece a la palabra de
Dios, él estará con usted, si marcha con fe, él estará con usted; de manera que
debe marchar con valor.
¿Cómo David llegó a ser un gran
rey? Cuando él era un muchacho, conoció la palabra de Dios, creyó en su palabra
y así enfrentó a Goliat con valor. De modo que debemos ser valiente y no mirar
solamente a la realidad y temblar de miedo; mas siga a la dirección de Dios y
del Espíritu Santo y bogue mar adentro.
La barca del hombre vacía lo
podrá llenarse cuando permita a Jesús entrar a su barca y escuche en obediencia
su palabra.
Mucha gente vive en tristeza por
la barca vacía; se esfuerzan mucho pero no pueden llenarla. No pueden llenarla de
gozo ni de felicidad. Ni de fe, ni esperanza ni de amor.
Tampoco de éxito ni de salud, ni
de bendición y riqueza.
Hemos visto cómo mucha gente
lamenta mientras tratan de llenar su barca vacía. Hermanos, sólo Jesús puede
llenar la barca vacía. Porque él es el camino, la verdad y la vida, sin él no
podremos llegar al Padre. El ladrón llega para matar, hurtar y destruir, mas
Cristo llegó para darnos vida.
Conclusión: Él desea
llenar su barca vacía. Pero primeramente debe llenarse del Señor, él debe
entrar a su barca, luego escuche atentamente la palabra de Dios.
Mateo 6:33 “mas buscad…” Si toma
a Jesús y lo coloca en el centro de su vida, preste atención a sus palabras,
sírvale y medite en ella, entonces él le acompañará, será su compañero de
camino.
El Señor no está lejos como
algunos piensan, porque él prometió que estaría con nosotros hasta el fin del
mundo.
El Espíritu del Señor estará
siempre con nosotros, de manera que si oramos al Señor y le esperamos, él nos hablará.
Él nos dirá “vamos mar adentro”.
Él le guiará a una nueva vida, a un nuevo trabajo; por tanto, espere al Señor.
Él no le defraudará. Le proveerá de nuevo trabajo, no el antiguo, sino uno
totalmente nuevo; es un trabajo que sólo se halla en el mar adentro. Solo los
valientes, los que están firmes en la fe, podrán entrar al mar adentro y experimentar
una nueva vida. Si entramos a mar adentro experimentaremos lo que experimentó
Pedro, las redes se les rompían porque estaba lleno de peces. Llenaremos no solamente
nuestras redes, sino también de los otros, y al final glorificaremos a Dios.
Esta experiencia victoriosa deben ustedes experimentar en sus vidas. No es
voluntad de
Dios que sus hijos estén lamentándose
por necesidad, pero es su deseo que sus hijos estén bien en todas las cosas, y que
tenga salud y prosperidad del alma. Él desea llenar su barca y también de los
otros. Para tal efecto, necesitamos llenar nuestra barca con la presencia del
Señor. No ponga su interés en los peces, sino en Jesús. Viva centrado en el
Señor, busque primeramente su
reino y su justicia. Entonces el Señor será su compañero de vida. Experimentará
milagros y la obra del Señor. La vida del viejo hombre se desvanecerá como un
sueño, mas se llenará de gozo, esperanza y de amor. Dará prestado, pero usted
no pedirá prestado.
Oración
Dios santo y llenos de amor, en
nuestra vida experimentamos muchas veces vacío. Con la barca vacía lamentamos
de nuestra situación. Si nuestra barca está vacía es porque no estamos viviendo
centrados en el Señor. Oh Señor, pedimos tu ayuda para que vivamos centrado al
Señor, escuchando tu palabra y sirviéndote, así alejarnos de la orilla y dirigirnos
al mar adentro, entrar al mundo más profundo de devoción, de fe y de palabra.
Que entremos al mar adentro con la guía del Espíritu Santo con valor. Ayúdenos
a vivir añorando y experimentando tus milagros. Oramos en el nombre de Jesús.
Amén.