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Cambiadores de Circunstancias

PARA TENER ÉXITO Y OCUPAR EL LUGAR QUE NOS HA SIDO ASIGNADO; HAY DOS ELEMENTOS QUE SE DEBE CONSIDERAR:
1. EL TALENTO Y DONES NATURALES 2%
2. MUCHO TRABAJO 98%

TODOS LOS QUE SON DIGNOS DE ADMIRAR NO NACIERON CON "MAYOR SUERTE" QUE TÚ, SOLAMENTE DECIDIERON CAMBIAR SU SITUACIÓN ACTUAL Y ALCANZARON SUS SUEÑOS.

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lunes, 16 de enero de 2012

UNA BARCA VACÍA


UNA BARCA VACÍA
Lucas 5:1-11
Rev. Demetrio Castillo Jaimes

Introducción: La gente seguía a Jesús porque él escuchaba sus penas, solucionaba sus problemas y sanaba a los enfermos e infundía esperanza.
Pero hubo un hombre sin esperanza en el mar de Galilea, su nombre era Pedro. Su suegra estaba enferma, cuidarla requería de mucho dinero, su esposa y sus hijos lo esperaban con ansiedad. La manutención de un hogar así requería de mucho ingreso, pero no tuvo suerte en la pesca.
-          Se lamenta: Junto a la orilla lavando y remendando sus redes.
Jesús llega junto a la multitud y pide que aparte la barca, allí Jesús predicó a la muchedumbre. Al poco tiempo él quedo embriagado de la enseñanza de Jesús; por momento se olvidó de sus penas, de su barca vacía, de su suegra enferma, de su esposa y de sus hijos.
- Después que Jesús terminó la enseñanza, mirando a Pedro pidió salir a la pesca. Salir a la pesca en pleno día era una pérdida de tiempo.
- Bogaron mar adentro y echaron sus redes, entonces ocurrió el milagro.
- Cuando él obedeció encerró gran cantidad de peces y su red se rompía, llenó su barca y la de sus compañeros. - Entonces Pedro entendió que él no era un hombre ordinario, él tenía que ser alguien envidiado de Dios. Así, pues dijo “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador”. Mas el Señor le contestó “Desde ahora serás pescador de hombres”. Esto nos deja muchas enseñanzas.

I.                   Todos experimentamos la tristeza de una barca vacía.

Si comparamos la vida del hombre a la barca; hay mucha persona que le hace falta felicidad y gozo. Muchos viven con la barca vacía por:
- falta de gozo y felicidad. Otros por el fracaso; viven lamentándose continuamente. Otros por falta de sueño, otros porque no tienen amor, y otros porque padecen de dolores y tristeza.
A. Cuando Dios creó al hombre no lo hizo vacío. Pues, Adán y Eva estuvieron llenos de esperanza, fe y amor, sus barcas estuvieron siempre llenas; pero cuando ellos se rebelaron contra Dios, empezó la tragedia para ellos, pues, sus barcas quedaron vacías. Por más que ellos se esforzaban no había manera de llenarlas.
En Jeremías 17:13 dice “¡Oh Jehová, esperanza de Israel! Todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a
Jehová, manantial de aguas vivas”.
En Miqueas 6:13-15 dice “Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados. Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré  yo a la espada. Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino”.
Una vida que está continuamente en pecado y contra Dios, su barca quedará vacía. Pues, así es el hombre que se lamenta de su barca vacía. Entonces ¿Cómo podemos solucionar este problema?...

II.                Debe recibir a Jesús dentro de su barca.
Así como a la barca de Pedro llegó Jesús y toda su vida fue transformada, también nosotros debemos recibir al Señor dentro de nuestra barca vacía. Reciba a Jesús a la barca que hace falta felicidad y gozo; a la barca vacía por el fracaso, a la barca vacía por falta de sueño y a la barca vacía por falta de amor. Si no tiene éxito, reciba al Señor; si le hace falta salud a su barca, reciba a Jesús. ¿Por qué?, porque él es el creador y para él nada es imposible.
Cristo llegó al mundo, entregó su vida en rescate, se crucificó y nos compró con su sangre preciosa, y añora llenarnos con sus bendiciones a nuestra vida. Él desea llenarnos con perdón y justicia, con reino de Dios y del Espíritu Santo, con prosperidad y bendición, con resurrección y vida eterna.
En III Juan 2 dice “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Jesús desea llenarnos de gracia y de justicia.
-                     Luego que hayamos recibido al Señor Jesús a nuestro corazón, debemos prestar atención a sus palabras. Así como Pedro dejó a un lado sus redes y prestó atención a las  palabras del Señor, también nosotros debemos prestar atención a las palabras del Señor.
En Juan 17:2-3 dice “Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Debemos prestar atención a las palabras de Jesús que gobierna sobre toda carne. ¿Cómo lo podremos hacer?
a.       Leyendo la Biblia. Cuando leemos su palabra, el Espíritu del Señor llega a nosotros y nos da entendimiento.
b.      Escuchar la palabra del Señor; esto es llegando a la casa del Señor y participando de los servicios. Luego debe reflexionar sobre la palabra del Señor de tiempo en tiempo. Volver a pensar sobre la palabra, meditar en ella y dar gracias y orar al Señor de corazón. Siempre nuestro corazón debe estar dispuesto a dar gracias al Señor y adorarle, luego servirle según la oportunidad que el Señor le brinde. En la Biblia está un ejemplo de Samuel, quien de niño sirviendo al Señor en el templo escuchó la voz de Dios.
c.       Después espere la orden de Dios. Pedro no decidió él mismo bogar mar adentro, después de recibir a Jesús a su barca, escuchó la orden del Señor. La orden del Señor podrá presentarse en forma directa, o por medio de sueños o mediante visión, o escuchará la orden por medio del Espíritu Santo, o por otras personas o por medio de circunstancias; es decir él usará muchos medios y manera para hablarnos. Por tanto, espere la orden del Señor. Jesús siempre desea hablarnos, y el que le espere escuchará su palabra. Ejemplo: En las bodas de Caná se le había terminado el vino. Entonces ordenó que hiciera todo lo que Jesús mandara. Aunque parecía absurda la orden de Jesús, cuando obedecieron ocurrió el milagro. Asimismo, debemos esperar la palabra del Señor, porque él nos hablará. Porque él dice “Venid a mí todo los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Si esperamos al Señor, él nos guiará mediante el Espíritu Santo.
III.             Echar la red en mar adentro.
Para Pedro, fue una experiencia extraordinaria porque le brindó una nueva vida y trabajo. Pedro siempre había echado sus redes junto a la orilla; mas ahora el Señor le pedía navegar mar adentro y echar sus redes allí.
Si lo que está usando en estos momentos es conocimiento básico, medios y maneras de supervivencias, bogue mar adentro con Jesús. Entrará a una nueva etapa de vida; se alejará de la vida junto a la orilla, entrará a un mundo de Dios y no al mundo dirigido por la razón, entrará al mundo santo y al mundo profundo de fe.
En Romanos 11:33 dice “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” Él le invita que vaya con él mar adentro.
En Salmos 36:6 dice “Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas”.
Y en Salmos 139:6“Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender”.
Al leer, meditar y reflexionar sobre la palabra de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis nos llevará al mundo más profundo, entraremos acompañado del Espíritu Santo, con Jesús; por tanto, debe entrar a la profundidad del entendimiento de la palabra.
El mundo de la fe es mar adentro. Pues, la fe es creer a Dios y en su palabra sobrepasando a los sentidos naturales.
Dice la Escritura “Mas el justo por la fe vivirá”. Es decir, lea la palabra de Dios, luego según la enseñanza del Espíritu Santo tenga fe en ella. Entonces entrará al mar adentro de la fe.
En Marcos 11:22-24 dice “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidieres orando, creed que los recibiréis, y os vendrá”.
Pues, la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios.
Por tanto debe leer la palabra de Dios, y según la enseñanza del Espíritu Santo debe tenerle fe; creer hasta el fin, no vacile ante las circunstancia ni ante los sentidos, mas crea en la palabra de Dios de dentro de su corazón.
Para entrar mar adentro se necesitará de valor para enfrentar a lo imposible. Porque sólo los que tienen valor navegaran mar adentro. Los cobardes no se apartarán de la orilla, por más que el Señor les pida.
El Señor le pedirá guarda el día del Señor, pero tienen miedo de cerrar sus tiendas; le pide diezma, pero dicen que no pueden porque gana muy poco.
Pero si usted quiere entrar mar adentro, necesitará valor. Porque el que estaba viviendo junto a la orilla, no podrá bogar mar adentro sin valor. Pero sepa que el Señor estará con usted cuando navegue mar adentro. Usted no estará navegando solo. La mano del Señor estará con usted; pues, Dios trabaja en mar adentro. Allí se manifiestan los milagros. Pedro bogó mar adentro y allí echó las redes y pescó gran cantidad.
Hermanos, los israelitas rehusaron bogar mar adentro.
Cuando ellos llegaron a Cades-barnea, Dios deseaba que ellos entrasen a la tierra  prometida por fe, deseaba que marchasen teniendo fe en las promesas de Dios. Pero ellos al ver a la ciudad alta, a los gigantes temblaron de miedos.
Porque ellos no desearon entrar, fueron echados al desierto nuevamente. Por tanto, debe tener valor para entra mar adentro según la orden del Señor.
En Deuteronomio 1:21-22 dice “Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho, no temas ni desmayes. Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de  nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar
En Deuteronomio 1:32-33 dice “Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios, quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día”. Si boga mar adentro, Dios también estará con usted, si obedece a la palabra de Dios, él estará con usted, si marcha con fe, él estará con usted; de manera que debe marchar con valor.
¿Cómo David llegó a ser un gran rey? Cuando él era un muchacho, conoció la palabra de Dios, creyó en su palabra y así enfrentó a Goliat con valor. De modo que debemos ser valiente y no mirar solamente a la realidad y temblar de miedo; mas siga a la dirección de Dios y del Espíritu Santo y bogue mar adentro.
La barca del hombre vacía lo podrá llenarse cuando permita a Jesús entrar a su barca y escuche en obediencia su palabra.
Mucha gente vive en tristeza por la barca vacía; se esfuerzan mucho pero no pueden llenarla. No pueden llenarla de gozo ni de felicidad. Ni de fe, ni esperanza ni de amor.
Tampoco de éxito ni de salud, ni de bendición y riqueza.
Hemos visto cómo mucha gente lamenta mientras tratan de llenar su barca vacía. Hermanos, sólo Jesús puede llenar la barca vacía. Porque él es el camino, la verdad y la vida, sin él no podremos llegar al Padre. El ladrón llega para matar, hurtar y destruir, mas Cristo llegó para darnos vida.

Conclusión: Él desea llenar su barca vacía. Pero primeramente debe llenarse del Señor, él debe entrar a su barca, luego escuche atentamente la palabra de Dios.
Mateo 6:33 “mas buscad…” Si toma a Jesús y lo coloca en el centro de su vida, preste atención a sus palabras, sírvale y medite en ella, entonces él le acompañará, será su compañero de camino.
El Señor no está lejos como algunos piensan, porque él prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo.
El Espíritu del Señor estará siempre con nosotros, de manera que si oramos al Señor y le esperamos, él nos hablará.
Él nos dirá “vamos mar adentro”. Él le guiará a una nueva vida, a un nuevo trabajo; por tanto, espere al Señor. Él no le defraudará. Le proveerá de nuevo trabajo, no el antiguo, sino uno totalmente nuevo; es un trabajo que sólo se halla en el mar adentro. Solo los valientes, los que están firmes en la fe, podrán entrar al mar adentro y experimentar una nueva vida. Si entramos a mar adentro experimentaremos lo que experimentó Pedro, las redes se les rompían porque estaba lleno de peces. Llenaremos no                                                         solamente nuestras redes, sino también de los otros, y al final glorificaremos a Dios. Esta experiencia victoriosa deben ustedes experimentar en sus vidas. No es voluntad de
Dios que sus hijos estén lamentándose por necesidad, pero es su deseo que sus hijos estén bien en todas las cosas, y que tenga salud y prosperidad del alma. Él desea llenar su barca y también de los otros. Para tal efecto, necesitamos llenar nuestra barca con la presencia del Señor. No ponga su interés en los peces, sino en Jesús. Viva centrado en el
Señor, busque primeramente su reino y su justicia. Entonces el Señor será su compañero de vida. Experimentará milagros y la obra del Señor. La vida del viejo hombre se desvanecerá como un sueño, mas se llenará de gozo, esperanza y de amor. Dará prestado, pero usted no pedirá prestado.
Oración
Dios santo y llenos de amor, en nuestra vida experimentamos muchas veces vacío. Con la barca vacía lamentamos de nuestra situación. Si nuestra barca está vacía es porque no estamos viviendo centrados en el Señor. Oh Señor, pedimos tu ayuda para que vivamos centrado al Señor, escuchando tu palabra y sirviéndote, así alejarnos de la orilla y dirigirnos al mar adentro, entrar al mundo más profundo de devoción, de fe y de palabra. Que entremos al mar adentro con la guía del Espíritu Santo con valor. Ayúdenos a vivir añorando y experimentando tus milagros. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.